Marismas de Astillero

Los apartamentos BAHIA DE BOO se encuentran en la ribera de las Marismas de Astillero, estas están formadas por dos marismas, separadas por la autopista Bilbao-Santander, aunque se puede ir de una a otra, pasando por un pantalán flotante que hay debajo del fuente de la FEVE, para llegar a ellas hay un camino en el lateral del edificio que se puede utilizar para acceder a los caminos que las recorren.

La más alejada es conocida como las Marimas Blancas, el agua de esta marisma es en su mayor parte agua dulce, y esta formada por un amplio carrizal en las zonas menos profundas y pequeños bosques de sauces, junto con otras especies arbustivas en las zonas no inundables. Sirven como refugio a un gran número de aves durante el invierno y como zona de descanso para las aves que en ruta hacia otros parajes hacen un descanso en sus rutas migratorias, pudiéndose observar más de 90 especies distintas.

La marisma más próxima a BAHIA DE BOO, que se puede observar desde los apartamentos que están situados con vistas a las marismas, se conocen como las Marismas Negras, formadas por aguas salinas, constituyen un enclave de cierta importancia como área de descanso y alimentación para un numero importante de aves acuáticas.

Parque de Cabárceno

La gran atracción turística de Cantabria es, sin lugar a dudas, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, situado a 15 minutos de los apartamentos BAHIA DE BOO, en la recepción se pueden adquirir entradas para visitar el parque.

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno no es un zoológico convencional, ni un parque natural, es un espacio naturalizado por la mano del hombre, a partir de la belleza primitiva de su paisaje kárstico, sobre las 750 ha de una antigua explotación minera a cielo abierto.

En el Parque de la Naturaleza de Cabárceno la vida se desarrolla en el ambiente más natural posible para los animales que lo habitan. Salvo la alimentación que se les facilita, el resto de las actividades están marcadas por su casi total libertad e instinto. Prácticamente todos ellos desencadenan peleas y luchas en época de celo por el control de las hembras y desde luego, salvo el instinto de supervivencia, el resto de sus sentidos son tan salvajes como en su hábitat natural.

Resultan visitas imprescindibles dentro del parque, pasear en el teleférico que lo recorre, ver los espectáculos de aves rapaces y de leones marinos, y si reúnes el valor suficiente, disfrutar del reptilario, que tiene los animales más peligrosos del mundo.